Concierto de Bruce Springsteen en Barcelona

Fin de Abril y el Boss me lleva de nuevo a Barcelona, y no han sido pocas las veces que su música ha obligado a visitar la capital condal. La primera ocasión fue en 1992 en la plaza de toros monumental, en una mini gira de presentación de los discos "Lucky Town" y "Human Touch". A diferencia del año olímpico donde un tren organizado por la cadena cuarenta principales llevó a sus seguidores en una larga jornada, en esta ocasión la alta velocidad acorta distancias sin perder la magia de quien peregrina en busca de ese faro que con sus canciones llena el depósito de energía y estimula los sueños de unos devotos que, a pesar los años y los desorbitantes precios de las entradas, se mantienen fieles. Dicho esto la crónica de sus dos conciertos fue un derroche de energía y un gran espectáculo por parte de un Bruce que, a pesar de sus 73 años y que ya ha recortado en tiempo sus shows, congregó a 55.000 almas, muchos de ellos repetidores, en el estadio olímpico de Monjuit con un escenario enorme, un juego de luces espectacular y tres pantallas que ponían la escala humana de lo que sucedía en el escenario.
El boss estuvo acompañado por la E street band y una banda de vientos y coros de primer nivel acompañado también de manera testimonial a los coros en la primera noche por su mujer Patti Scialfa y que se ausentó la segunda cita.
En el repertorio hubo pocas variaciones respeto al set list de su gira americana. El concierto del 30 de abril comenzó con "My Love will not let you down", una canción que excluyo en la publicación del Bor in the USA y que rescató de su álbum recopilatorio 18 tracks en 1999, algo ya intuían sus fans en la cola previa de acceso durante los ensayos de esta segunda fecha momentos antes de que apareciera el agua en forma de tormenta. Siguió con "No Surrender", tema de apertura de todos los conciertos de su gira americana y que supone un mensaje de lucha y fidelidad a un estilo de música que por muchos años que pasen no deja de tener el mismo significado y mensaje. Pocos como el "boss" crean una comunión tan cercana con su público, su lenguaje no verbal expresa una conexión y cercanía que pueden dar testimonio especialmente la audiencia de las primeras filas, en esta gira no atendió las peticiones y sugerencias de otras giras pasadas donde recogía carteles con temas que incorporaba al repertorio. "Ghost" y "Letter to you" fueron sus dos más recientes aportaciones, se acerco al “Darkness at the Edge of Town” con el clásico “Prove It All Night” y la atronadora “The Promised Land”. "Candys room" y "Human Touch" quedaron en exclusiva para la noche del viernes y "Trapped" de Jimmy Cliff o "Johnny 99" del Nebraska para la noche del domingo. Springsteen no solo ofreció música dejo un pequeño discurso, antes de cantar “Last man standing” sobre el paso del tiempo en las personas y el recuerdo a aquellos compañeros que han ido falleciendo, emocionado fue el recuerdo de George Theiss, de su primera banda The casttiles, que deja a Springsteen como el único miembro vivo de su primera banda. Como comentó antes de comenzar la gira “A los 15 años todo son mañanas. A los 73 son muchas despedidas. Por eso hay que aprovechar al máximo el ahora mismo”. Culminó el concierto cantando "I’ll see you in my dreams"- “Te veré en mis sueños”, esos sueños que todos tenemos y que vienen acompañados por recuerdos de personas o lugares bajo la banda sonora Springstiniana.
Como decían varios de los acudimos a esa noche en el recorrido de vuelta montaña de Monjuit abajo, nos habíamos despedido en vivo de Bruce Springsteen , espero equivocarme.

