El festival Inverfest, en su novena edición, acogió este pasado 28 y 30 de diciembre los conciertos del ibicenco Fernando Costa, poniendo la guinda al pastel de su exitosa y distinguida gira donde ha hecho disfrutar a un nutrido público, en ocasiones, colgando el cartel de no hay billetes como es el caso de esta doble cita.

Fernandito, como es conocido por muchos, se presentó en La Riviera acompañado esta vez por un conjunto de músicos, Fernando al bajo, Gabriel a la guitarra y a los sintes y David a la batería. Estos, le arroparon durante casi toda la noche digamos que de forma desigual.

Comenzaron con unos acordes limpios y potentes recordando a bandas metaleras como “Hamlet” para servir de fondo al video de presentación del concierto que finalmente no pudo emitirse por completo por motivos técnicos. Tras este comienzo fallido, salto a la tarima el artista ibicenco con el tema “Narcolepsia”, un título que hoy en día inunda cualquier reflexión que se haga sobre la realidad. Llamome la atención que la única persona de toda la sala librado de este mal (un niño que no alcanzaría los 7 años de edad) cantaba de corrido los versos de este tema con una pasión y una energía que hizo que no pudiera quitarle ojo de encima.

Arrancaba el show y todos nos íbamos acomodando a golpe de bombo y caja, versos y vítores. Fernandito lo hacía a su manera pidiendo al público algo para fumar, rápidamente alguien le lanzo un churton perfectamente armado y esto dió lugar a que me quedara sin mechero. Tendemos a pensar que cuando dejamos algo a alguien, esto vendrá de vuelta una vez se halla usado, pero en el caso de los mecheros y los libros sabemos que nunca fue así. Para esta última doble fecha, Fernando se rodeó de amigos, compañeros y colaboradores. El primero en saltar fue J Abecia, “Llorando” fue el tema que hicieron juntos, dedicado a todos aquellos que en el pasado tuvieron un mal momento. Fueron muchos los que después pasarían por el escenario para acompañar al artista, Nadal, Cano, Denom, Dollar y Antony Z.

Quiero aumentar la Times New Roman para hablar de la única invitada de la noche, Lia Kali, artista barcelonesa que está volando cada vez más alto. Si no tienen el gusto de conocerla, les invito a que tecleen su nombre en la plataforma que elijan y disfruten de su soniquete. Subió al escenario para cantar un par de temas y llenar la sala con su sonrisa y gratitud, era llamativo el brillo de sus ojos, su sonrisa y su lenguaje corporal, se veía que estaba encantada con la invitación y no pudo esconderlo en ningún momento.

Acto seguido, Fernandito entonaba los primeros versos de Rumbo fijo, Yo ya no se… que voy a hacer…si tu no estas…cuando, repentinamente, paró la música y mando rápidamente la intervención de seguridad de la sala ya que una chica había sufrido un desmayo. Él mismo saltó desde el escenario para ayudar a socorrerla. Todo quedó en un pequeño susto y tras unos pequeños consejos a la forma de “Saber vivir”, retomo los versos.

Los últimos temas como Danger y Pa que lo gocen, sirvieron para confirmar lo que realmente había venido a buscar su público, éxitos reconocibles, ritmos ligeros, pogos guiados por el artista y muchas sonrisas.

Para poner el broche final del show, Fernando eligió Hasta cuando, con el subió a la tarima un invitado muy especial. ¿os acordáis del niño que no podía quitar el ojo al principio del concierto? Así fue, aquel niño, Oliver fue la última y más linda colabo que Fernando podia tener. Alternando versos llevaron la sonrisa del público hasta mas allá del final del concierto.